martes, 22 de diciembre de 2009

ALIMÉNTATE BIEN


“La televisión nos alimenta una dieta constante de violencia. Al despertar, las noticias de la mañana, nos dan los buenos días con lo último en asesinato en masa, terremotos y accidentes aéreos. En los programas de juegos, presentadores y concursantes intercambian palabras y gestos sensuales, mientras pelean por el premio mayor.

Las novelas nos sirven un menú de adulterio y agonía. Las noticias de la tarde repiten la tragedia de la mañana, por si se nos olvidó. Al final del día, está la programación nocturna. Ahí nos atragantamos de tiroteo entre ladrones y policías o nos entretenemos en una historia de pasión y seducción”.

Este párrafo lo leí en un libro de lenguaje básico Inglés. Me llamó mucho la atención porque no es un libro espiritual, simplemente utiliza este párrafo para enseñarle al lector a comprender lo que lee.

Si se nos pregunta cómo está nuestra alimentación, la mayoría de nosotros respondería que no tan mala. Pero si hacemos un inventario de lo que contienen los alimentos ingeridos, nos alarmaríamos al ver la cantidad de productos dañinos para el cuerpo que consumimos. ¿Nos estará pasando lo mismo a los creyentes con nuestra alimentación espiritual?

Todavía recuerdo una respuesta muy sabia que me dio un hombre. Yo le pregunté si le gustaban los libros de ficción, y me contestó que tenía que ser algo muy interesante y de un autor respetado, porque el tamaño de su cerebro era muy pequeño y valioso para llenarlo de cosas que no fueran necesarias.

¿Y tú, cómo alimentas tu mente?

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