martes, 22 de diciembre de 2009

VENCE EL MIEDO


En alguna parte leí que al más grande elefante amaestrado, lo domina una pequeña estaca. Eso es porque desde su infancia, le han atado a la misma.

¿Cuántas veces las cuerdas no le laceraron la piel, por tratar de soltarse cuando era pequeño? Deben haber sido muchas, hasta que la impotencia y el miedo al dolor, hicieron que se rindiera. Años después aquel mismo elefante podría arrancar la estaca sin mucho esfuerzo, pero el temor que un día sintió, le domina hasta hoy.

Unos de los factores predominantes en el resultado de una pelea, es el miedo. Éste paraliza a la persona y no le permite usar toda su capacidad física. Por eso, desde tiempos remotos, se ejerce la práctica de la intimidación para dominar al contrincante. Solamente cuando dos peleadores se enfrentan sin miedo, se puede ver quién es más fuerte.

Todo aquel que ha creído en el nombre poderoso de Jesucristo y en el sacrificio que hizo por nosotros, en la cruz del calvario, ha sido liberado del imperio de las tinieblas. El enemigo sabe esto y por eso es que a diario batalla por controlar nuestra mente, con temores que al fin y al cabo casi nunca son reales.

¿Cuántos de tus temores diarios se convierten en realidad? Deja de preocuparte por cosas que no están en tu control y pon tu confianza en Dios, quien le ganó la pelea al enemigo y te tiene en sus poderosas manos de amor.

¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?


Un niño puede tener un cuarto lleno de juguetes nuevos. Todos muy lindos. Con todos se entretiene, pero si le dices que no puede jugar con uno, es como si todos los demás juguetes desaparecieran y sólo quedara el juguete prohibido.

Esto fue lo que les pasó a Adan y Eva, tenían cientos de árboles y frutos diferentes, pero desearon y comieron del fruto del árbol prohibido. Como el niño estaban más preocupados de lo poco que no podían hacer, en vez de pensar en lo mucho que podían hacer.

Dentro de cada creyente, en lo más profundo del corazón, se encuentra un niño inocente y malcriado. Sabemos que somos salvos por fe y no por obras. Pero si nos preguntan: ¿Cuál es nuestra forma de vivir para Dios?, a la mayoría de los convertidos, muchas veces lo primero que nos viene a la mente es: No matando, no mintiendo, no bebiendo ni fumando, no quebrantando el día de reposo, no adulterando ni fornicando, no… no… no… no… no… no.

Muchas veces nos enfocamos más en lo que no podemos hacer, que en lo que podemos y debemos hacer. Aquel que vive su vida con el enfoque equivocado, se la pasa amargado, cargado y reprimido; como el niño en el cuarto lleno de juguetes, que no se puede divertir, porque no deja de pensar en el juguete con el que no puede jugar.

Es sumamente importante guardar los mandamientos de Dios, pero que tu definición del cristianismo no sea como la de los fariseos; simplemente una larga lista de cosas que no se pueden hacer.

“Vive una vida activa para Cristo”.

EL AMOR AL EXTRAÑO


En este mes que el mundo celebra el amor y la amistad, es agradable recordar a los que nos aman y están ahí para nosotros cuando los necesitamos: nuestros padres, hermanos, esposas, novias, amigos y la Iglesia. Pero algo que rara vez nos pasa por la mente es el amor a los extraños.

La Biblia dice que hay gran bendición para aquellos que son hospitalarios, pero ¿cuál es la definición de esta palabra?

Hospitalario es la traducción de la palabra compuesta, griega: “filo-xenos”. “Filo” significa querer o amar y “xenos”, extraño, extranjero.

Desde Génesis hasta Apocalipsis es importante para Dios que sus hijos amen y den refugio al extraño. Tan importante que en el cuarto mandamiento de la Ley Moral Dios incluye al extranjero, suponiendo que el hogar de sus hijos habría lugar para el extraño.

¿Quiénes son los extranjeros o extraños? No son solamente nuestros hermanos en Cristo que vienen de otros países. Son también aquellos hombres extraños a nuestra fe y a nuestras costumbres. Amar a estos no es trabajo fácil. Es humanamente casi imposible, pero todo lo podemos en Cristo ya que no hay imposibles para Dios.

Cuando nos veamos enfrentados a ésta difícil tarea, recordemos siempre que Dios nos amó cuando éramos extraños a Él, a sus mandamientos y a su reino; que cuando éramos sus enemigos murió en una cruz por nosotros.

Ama a tu prójimo (próximo) aunque para ti sea un extraño.

¿QUÉ ES LO CORRECTO?


Dice la Palabra de Dios que en los días de los jueces no había rey en Israel y que cada cual hacía lo que le parecía. Fue en esos días que la madre de Micas dedicó un dinero a Jehová para hacer un ídolo (Jue. 17:3).

¿No es extraño esto? ¿Dedicar un dinero a Dios para hacer un ídolo? El Señor nos enseña en su ley que no debemos tener ídolos. El problema es que la madre de Micas no estaba haciendo lo correcto conforme a la ley de Dios, si no lo que ella pensaba que era correcto según su opinión.

Hay una gran diferencia entre lo que el hombre piensa que es correcto y lo que Dios dice que es correcto: “Hay camino que al hombre parece derecho; empero su fin son caminos de muerte” (Prov. 14:12).

Muchos hombres hoy en día hacen cosas abominables ante los ojos de Dios pensando que están haciendo lo correcto. Esto pasa porque dejan que su propio corazón les indique lo que está bien y lo que está mal, como enseña la sociedad.

Dios nos ha dado su Palabra para que a través de ella conozcamos l que es correcto y su Espíritu Santo para enseñarle a su Iglesia la sana doctrina.
¿Has sentido que algún mandamiento de Dios no tiene sentido o que la Iglesia exagera con algunos puntos doctrinales? Recuerda siempre que nuestro corazón no es la guía de la verdad y es más propenso a ser engañado por sus deseos. Con Dios es más importante obedecer que entender.

Deja que el Espíritu Santo te muestre lo que es correcto.

¿POR QUÉ SUFRIMOS?



Muchas veces cuando nos encontramos pasando por pruebas difíciles, pensamos: ¿Por qué estará Dios permitiendo esto en mi vida?

La verdad que esta pregunta, sólo Dios la puede responder. Muchas son las razones que encontramos en las Sagradas Escrituras, por las que los hombres de Dios pasaron por pruebas enormes.

Algunas veces fue por amor y devoción a Dios, como Daniel. Otras, por malas decisiones, como Lot, o para preparación de una gran tarea, como José y Moisés. Pero la causa para el sufrimiento que más me llama la atención y me conmueve es la de Jesús.

El único Hijo de Dios, quien padeció como hombre, lo que nosotros padecemos y fue tentado como nosotros somos tentados, para poder identificarse con nosotros y para que nosotros nos pudiéramos identificar con Él. Para que supiéramos que aunque la prueba sea dura y parezca eterna, hay una gloriosa luz de victoria, al final del negro túnel.

¿Por qué sufrimos? Repito, sólo Dios puede respondernos y puede que la respuesta sea tan compleja que no la entenderíamos. Pero una cosa podemos entender. Así como Jesús cruzó el turbulento río de la prueba para desde el otro lado victorioso, animarnos y darnos la mano, de la misma forma y siguiendo su ejemplo, debemos también nosotros procurar la victoria confiados plenamente en Él, para desde la otra orilla animar a nuestros hermanos que vienen sufriendo tras nosotros y decirles mientras les damos la mano. “Si yo pude, tú puedes”.

PERSONAS Y PROBLEMAS


Desde niño fui muy social, no me costaba mucho entablar relaciones. En mi infancia viajé mucho, pues mis padres son misioneros y cada vez que nos mudábamos a un barrio nuevo, a los pocos días yo ya sabía el nombre hasta de los ratones de la casa de la esquina, pero al conocer muchas personas me encontré con un gran problema; muchas personas traen muchos problemas.

Fue entonces cuando decidí aislarme de las personas, aunque no se notara mucho a simple vista. Andaba con todas, pero superficialmente, no les dejaba saber fácilmente mis opiniones, mi número de teléfono, ni dónde vivía. De esta forma “Te veo cuando te vea, pero mejor te evito” y “Yo se quién eres tú, pero tú no sabes quién soy yo”.

Luego la vida me enseñó que hacían falta las personas y que era imposible vivir sin problemas. Entonces opté por escoger cuidadosamente a las personas con las cuales me rodeo y tratar de evitar o solucionar de buena forma los problemas.

Dios es el gran Artista, que a diario trabaja haciendo una obra de arte del lienzo de nuestra vida. Él usa a las personas como los pinceles para pintar nuestro cuadro. Los problemas son las técnicas y métodos que Él usa para pintar y la pintura es la lección que nos quiere enseñar.

No seas un lienzo amargado, escapándose de los roces del pincel. Tampoco seas un lienzo que no asimila la pintura y arruina los colores. Sé un lienzo dócil que reciba gozoso los pincelazos del Artista, dejando que con los bellos colores de la sabiduría y el amor de Dios haga de ti una bella obra de arte.

Haz mi vida a tu parecer, Señor.

SI NO ESTÁ ROTO NO LO ARREGLES



Los varones, como dicen algunos libros que estudian el comportamiento de los sexos opuestos, tenemos la manía de quererlo arreglar todo.

El problema es que muchas veces queremos arreglar cosas que funcionan perfectamente y no necesitan de ningún arreglo. Pero se nos ocurre que deberían funcionar diferente, hasta que terminamos rompiéndolas.

Esto fue precisamente lo que me pasó con la tapa de un plato plástico hondo que tengo. Traté de arreglarlo para que funcionara mejor, pero quedó peor que al principio. Al ver lo que estaba haciendo, un hombre mayor que se encontraba ahí, me dijo: “Si no está roto, no lo arregles”.

El sabio dicho me causó mucha gracia y hasta hoy lo guardo conmigo.

¿Eres tú uno de los que siempre está encontrando contradicciones en la Palabra de Dios? ¿Tienes La costumbre de pasar por alto algunos versículos bíblicos, pero actúas con otros como si fueran los únicos que hay en la Biblia?

¿Eres uno de los que se esmera por cambiar los puntos doctrinales que la iglesia ha recibido por inspiración divina? La Palabra de Dios es perfecta y no necesita arreglo. Es más, hay una maldición para los que interfieran con ella.

La doctrina de la iglesia de Dios es sana, aunque quizá a veces se han cometido errores en la aplicación de la misma.

Como dijo el amado Obispo: “No tuerzas mi camino”, tengo un consejo para todos los que sufren de los problemas antes mencionados, “Si no está roto, no lo arregles”.

MILLONES Y MILAGROS


En días pasados me puse a pensar en la lotería y cómo tanta gente sueña con el premio mayor. El revuelo que causa escuchar que alguien ganó es tan grande como escuchar de un asombroso milagro.

¿Qué sucedería si a cada una de las personas del país le llegara del departamento de impuestos internos un cheque por un millón de dólares? Creo que estarían felices hasta que llegando a la tienda se dieran cuenta que el precio de la leche o del pan cambió de tres dólares a mil. Entonces ser millonario a nadie le importaría.

Muchos piensan que Dios es injusto, pues pudiendo hacer muchos milagros como los hizo hace más de dos mil años cuando anduvo entre nosotros, pareciera limitarse.

¿Pero qué sucedería si hoy en día Jesús saciase al mundo de pan y curase todas sus enfermedades y dolencias físicas? Nadie se daría cuenta de que está sano y sin hambre, pues otros problemas ocuparían el lugar de los primeros.

Señor, ayúdanos a entender que la luz del sol, cada día, es un milagro y que no hace falta un millón de dólares para ser rico. Ayúdanos a entender que nuestras más profundas necesidades son aquellas cosas que no podemos ver y que inútilmente las buscamos donde no las vamos a encontrar.

Enséñanos, Jesús amado, que nuestro incomprendido deseo no es por lo que Tú puedas hacer por nosotros física o materialmente, sino por tu santa presencia en nuestra vida.

LIGERO DE EQUIPAJE


En el capítulo once de la Epístola de los Hebreos, el Apóstol Pablo dice que, los grandes hombres de fe, en las Sagradas Escrituras, se consideraban peregrinos y extranjeros en esta tierra, porque buscaban en una patria mejor.

Todo aquel que ha aceptado el llamado de seguir a Jesús, tiene que salir de su antiguo ambiente, cambiar antiguas amistades y costumbres e inclusive, a veces, alejarse de algunos parientes.

Ese es el momento, cuando el hombre que un día fue terrenal, sale de su viejo mundo y comienza su peregrinaje hacia la nueva Jerusalem, convirtiéndose en el proceso, en un hombre espiritual. Dios es Espíritu, por tanto, los hombres que peregrinan rumbo a su santa ciudad, deben ser espirituales.

Si un hombre sale de su vieja patria, buscando la patria celestial, pero a medio camino decide regresar a su antiguo hogar, caminó en vano, pues si desea llegar a la meta, debe volver a empezar desde el principio.

A algunos peregrinos nos ha sucedido esto y algunas veces hemos cometido un grave error, traemos en nuestro equipaje cosas pesadas e innecesarias para el camino.

Al no poder cargarlas más, las abandonamos y seguimos adelante. Pero cuando pasan unas cuantas millas y baja el peso, se nos olvida el trabajo que pasamos y nos devolvemos a recoger el inútil equipaje. Este proceso puede repetirse, haciendo nuestro caminar lento y pesado.

Peregrinos, prestémosle atención a las palabras del bello himno que dice: “Andar ligero de equipaje, viajar liviano, llevar sólo lo necesario”.

EL PROBLEMA DE LOS ATENIENSES


En uno de los muchos viajes misioneros que realizó el Apóstol Pablo, pasó por la ciudad de Atenas predicando el evangelio.

La Palabra de Dios nos dice que los que vivían en esa ciudad, se pasaban el tiempo tratando de oír o decir algo nuevo. Yo creo que el problema de los atenienses era peor que el ocio, ya que peor que pasar los días sin hacer nada, es pasar los días haciendo cosas que no edifican ni producen nada.

La Palabra de Dios nos dice que los atenienses se pasaban el día haciendo o descubriendo cosas nuevas. Ellos se pasaban el día en el chisme popular del momento.

¿Estaremos muchos de nosotros sufriendo el problema de los atenienses?

Estamos viviendo en un mundo muy cambiante, el cual todos los días se renueva y transforma. Cada día hay más tecnología y más avances, junto con más medios para comunicarnos y entretenernos.

Cada año se multiplican los autores y los libros, tanto cristianos como seculares. Nos encontramos en un mundo muy parecido al de los atenienses, donde todos están preocupados en conocer o enseñar algo nuevo.

La prueba la puedes encontrar en el periódico de la mañana o en los programas radiales, tanto cristianos como seculares.

Lo que debemos preguntarnos es ¿Cuál es el objetivo de las nuevas cosas que aprendemos? ¿Serán simplemente cosas para saciar nuestra eterna curiosidad o queremos producir algo de ellos?

No hay nada malo con entretenernos, pero debemos darle prioridad a las cosas espirituales y prepararnos ¿Para qué? Para la segunda venida de nuestro Señor Jesús.

“Deja que Dios le añada sentido a tu diario vivir”.

DERRUMBA LAS MURALLAS


Acabo de participar en un evento cristiano muy emotivo, en donde varias personas dieron el testimonio de cómo era su vida, antes de conocer a Jesús.

Uno de los testimonios me tocó profundamente y me dejó ver cosas que me habían sucedido en la vida, de un punto de vista diferente. Esta persona habló de cómo los hombres muchas veces construíamos murallas para no ser heridos por ese mundo tan cruel que nos rodea.

Las construíamos de odio, arrogancia, indiferencia, violencia y egoísmo, entre otras cosas. A medida que el tiempo pasa y adquirimos más experiencias frías y dolorosas. Nuestra muralla crece y crece cada vez más; un ladrillo de rencor hay, otro de desconfianza mañana y uno de complejos después.

Recuerdo que mi vida se encontraba sofocada, encerrado en las murallas que yo mismo había construido, hasta que un día, Jesús derrumbó mi fortaleza y pude respirar la brisa fresca del amor y el perdón.

El camino ha sido duro y los sufrimientos hacen que por mi falta de fe, levante de nuevo mis murallas para no sufrir. Pero el Señor Jesús, siempre me recuerda que es sufriendo que se crece en este camino, que Él es mi muralla y no permitirá que lleguen a mí sufrimientos que no sean necesarios para alcanzar la salvación.

Si estás pasando por lo mismo, ya no te defiendas más, derrumba tus murallas y deja que Jesucristo sea tu amparo y fortaleza, el escudo y la roca de tu salvación.

“Si sufrimos con Él, reinaremos con Él”.

CORRE MÁS FUERTE


Hace unos días me encontraba corriendo con un amigo. Cuando alcanzaba la distancia que estaba acostumbrado a correr, le dije a mi compañero que hasta ahí llegaría yo, porque ese era mi límite.

Él, que tenía más experiencia corriendo, me respondió que si pensaba que ese era mi límite, entonces que corriera un poco más, porque la mayoría de las veces, a los principiantes, la mente les dice que pueden mucho menos de lo que su cuerpo es capaz.

El hombre debido a la debilidad de su carne, nunca deja de ser un principiante en la carrera de la fe. Por este motivo, al igual que el corredor débil, acordémonos de que podemos hacer mucho más de lo que nuestra carne nos indica.

Lo único que necesitamos es un compañero, el Espíritu Santo de Dios, para que nos ayude y nos guíe en la carrera, para que nos enseñe a conocer las capacidades y la medida de la fe que Jesús nos da.

En el año nuevo, muchas personas se proponen metas que muchas veces no llegan a realizar. En este año 2009, te propongo que no te hagas muchas metas nuevas; sino más bien trata de esforzarte, organizarte y superarte en lo que ya estás haciendo.

Trata de pasar más tiempo en comunión con Dios, más tiempo meditando en su Palabra y laborando en su viña. Trata de correr una milla más.

Nunca olvides que un paso grande no te lleva a ningún lado, pero mil pasos pequeños te llevarán muy lejos.

¿Y LA FAMILIA?


Es muy hermoso cuando los frutos del Espíritu están presentes en nuestra vida. Cuando vivimos un cristianismo real no sólo de palabras, sino de obras. Tener un buen testimonio en la iglesia y en la comunidad es muy importante, pues así dejamos en alto el nombre de nuestro Maestro y Señor.

Pero, ¿cómo nos comportamos con nuestra familia? Lamentablemente muchas personas tienen una cordial intachable en la iglesia y la comunidad pero a su hogar dejan mucho que desear. Mucho tienen una falsa noción de compromiso cristiano con su iglesia y con su comunidad solamente, pero con su familia no.

Perdonar a su hermano en espíritu si los ofende, pero no perdonar a su hermano carnal. Les habla con mucha humildad a los extraños, pero con su coraje a sus hijos, usan palabras duras, no son capaces de enfrentarse físicamente contra otra persona para no manchar su testimonio ni perder al Espíritu de Gracia. Pero con los suyos son rápidos para levantar las manos por cualquier motivo.

De acuerdo al evangelio de Jesucristo les demuestran gracia y misericordia a los jóvenes del mundo que se arrepienten de sus pecados, pero cuando sus hijos cometen errores y se arrepienten quieren dejar caer el peso total de la ley.

El camino cristiano no es fácil, pero hay que buscar comportarnos como seguidores de Jesús en todas partes. Primeramente en nuestro hogar y luego en la iglesia y la comunidad. Porque si no podemos ser cristianos con nuestra familia, ¿cómo podremos serlo con el resto del mundo?

PEQUEÑAS GRANDES REGLAS



Los días de una de las celdas de máxima seguridad de una cárcel de la Florida se dividen en tres turnos; A, B y C. Cada turno tiene a su respectivo guardia a cargo de la celda. El turno B es el más difícil de manejar y el más peligroso, porque es el más largo, ya que todos los presos están despiertos y con energía. Mientras que en los turnos A y C muchos están durmiendo.

El oficial permanente del turno B es odiado por muchos, por sus pequeñas reglas, que en definitiva no son de él, porqué están en el libro de reglas del condado, pero es uno de los pocos oficiales que las aplica.

Los demás dejan que la jungla sea la jungla. Estas reglas incluyen no hablar muy alto, no estar parado sin ningún motivo, no entrar en cuartos ajenos, no estar cerca del teléfono si se está hablando, etc.

Algunos tienen la mentalidad inmadura de “el lo hace para molestarnos”, pero su turno curiosamente es el más seguro y casi nunca ocurre un problema serio cuando él está trabajando, pero en los otros turnos es otra historia. Cuando este oficial es informado de algún incidente serio en otro turno, se dirige a la celda y dice: “ven para que son mis pequeñas reglas”.

Una Iglesia sin pequeñas grandes reglas terrenales y espirituales no puede funcionar. Muchos dicen “es para molestarnos”. Pero está comprobado que cuando la regla no está presente las ovejas caen por el precipicio.

“Las reglas pequeñas evitan los problemas grandes”.

SANA ENTRETENCIÓN CRISTIANA


Dios no nos creó para vivir una vida aburrida y amargada. No es pecado que tengamos tiempo de esparcimiento y entretención, es parte especial de la vida humana especialmente de la juventud cargada de energía.

Nuestro Dios es un Dios alegre y le agrada ver a sus hijos disfrutando de una vida sana y alegre. Pero nosotros como sus hijos, separados y santificados para Él, debemos tener mucho cuidado con el tipo de actividades que elegimos para nuestra entretención.

La palabra de Dios dice claramente que nos apartemos del mundo y que no toquemos cosa inmunda. Hay muchas actividades que parecen inofensivas por la forma en que las presenta el mundo, pero son inmundas y desagradables ante los ojos de Dios.

Antes de realizar una actividad debemos examinarla a través de la Palabra de Dios y preguntarnos ¿Cuál es el objetivo de esta actividad? ¿Cuál es su significado? ¿Le agradará esto a Dios? Si alguien te invita a realizar una actividad que ofenda a Dios ¡¡Dile que no!!

Es importante para mantener una sana entretención cristiana, el asociarnos con otros jóvenes cristianos. Si vas a realizar una actividad con jóvenes que no son creyentes trata de llevar contigo a un hermano en Cristo porque es más difícil que caigan en tentación cuando hay dos que cuando hay uno solo.

Trata siempre de tener claro en tu mente y en tu corazón, especialmente si estás con amigos no creyentes, que tú eres una luz en el mundo de tinieblas, un embajador de Jesús. Que tu comportamiento deje en claro que eres un joven cristiano.

PRESENTACIÓN PERSONAL


La presentación personal es y ha sido una parte muy importante de la vida humana cotidiana desde el principio del mundo. Pero la misma cumple un rol principalmente importante en esta era moderna. La ropa con la cual nos vestimos envía señales al mundo que nos rodea y las personas van a responder a estas señales ya sea de buena o de mala forma.

Dice la Palabra de Dios: “Pues vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros en parte” 1Corintios 12:27. Las personas del mundo se representan a sí mismos con su forma de vestir y van a sufrir o a beneficiarse así mismo por lo que sus vestimentas les dice a los demás. Nosotros los discípulos de Cristo ya no nos representamos a nosotros mismos sino a Cristo. Somos el cuerpo de Cristo, sus representantes en la tierra y por las señales que enviamos por nuestra vestimenta le vamos a dar una buena o una mala imagen de Cristo a las personas.

El Señor nos ha dado mandamiento de vestirnos de acuerdo a nuestro sexo. Que el hombre se vista con las ropas que dan a conocer a un hombre de bien y la mujer con las que honren su pureza y feminidad. Que nuestra ropa no le envíe al mundo un mensaje de confusión e inmoralidad sexual. Vistámonos de una forma que defina clara y decentemente el orgullo que sentimos por la elección de Dios, con respecto a nuestro sexo.

Es bueno que nos preocupemos por tener una buena presentación personal porque así estamos poniendo en alto el nombre de nuestro Señor al decir que nos vestimos de esta forma porque eres un discípulo de Cristo, pero más importante e que presentes tu corazón limpio por la sangre preciosa de Cristo, delante del trono de Dios. Porque si nuestra apariencia es limpia mas nuestro corazón sucio, no estaos lejos de los fariseos del tiempo de Jesús.

PADRE, HIJO, HERMANO Y AMIGO


En esta ocasión me gustaría que fueras parte de este artículo. Permíteme introducirte en el siguiente escenario.

Vives en un mundo alterno al nuestro, en una ciudad en donde hay una policía para la moral, regulando las mentiras, inmoralidades sexuales y hasta los malos pensamientos. Los castigos son severos y el más pequeño delito es imperdonable.

Un día eres descubierto rompiendo la ley de la moral, se leen tus cargos en un juicio y eres condenado a una cruenta tortura y luego a una lenta y agonizante muerte; pero sucede algo terrible.

El juez no quiere que tú pagues por tu delito, porque eso no sería pago suficiente para ti. La peor parte de la condena es que el que va a sufrir el castigo es uno de tu familia, el que tú más amas o el que más te ama a ti.

Te obligan a ver cómo desfiguran su rostro a golpes, más allá de lo imaginable, lo escupen y lo ridiculizan, lo hacen cargar un pesado tronco por un par de millas, las millas más largas que has visto a nadie caminar en tu vida, lo cuelgan en el tronco, clavos en sus extremidades soportando su peso.

Tiene que rasgar su carne con dolor para poder ponerse en una posición que le permita respirar. Le ofrecen burlescamente una droga para calmar su dolor, pero no la recibe.

Ahí desangrado y desfigurado por tus errores se encuentra tu padre, hijo, hermano o amigo y en sus últimas palabras te dice con una sonrisa que te ama y lo haría de nuevo por ti.

Esto fue lo que Jesucristo, tu Padre, Hijo, Hermano y Amigo hizo por tus errores hace más de dos mil años y hoy te sonríe diciendo: “Lo haría de nuevo porque te amo”.

MEDIOS DE COMUNICACIÓN


Desde el jardín del Edén se ha estado librando una batalla espiritual por el corazón del hombre. Por las palabras engañadoras y mentirosas del diablo, el corazón del hombre fue hecho malo porque el hombre desobedeció a Dios y obedeció al diablo. Pero también por la Palabra de Dios el corazón del hombre es limpiado y redimido: ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra (Salmos 119:9).

El corazón es el poder gubernativo del hombre, es en donde nacen las acciones. El enemigo quiere que tengamos un corazón malo para que hagamos el mal; pero Dios quiere que tengamos un corazón bueno para que hagamos el bien, porque: “El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas: y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas”. Por eso tenemos que tener mucho cuidado con las cosas que los medios de comunicación traen a nuestro corazón.

Los medios de comunicación que predominan en el mundo actual y forman gran parte de la vida de los jóvenes, tanto cristianos como mundanos, son: la televisión, la radio y el Internet. El peligro que estos medios de comunicación encierran es que son una espada de doble filo, no son como un libro que te va a traer un sólo tipo de mensaje. Por ejemplo: La Biblia trae un mensaje o una información que va a traer vida a tu corazón. Una revista pornográfica trae un mensaje que va a traer muerte a tu corazón.

Estos trae medios de comunicación van a traer tanto una información que te edifique como una que te destruya, llenando tu corazón de basura. Por eso es muy importante que tengas cuidado con lo que permites que la televisión, la radio o el internet descargan en tu corazón. Tú tienes la decisión. Puedes permitir que Dios los use para edificarte o que el diablo los use para destruirte.

¿HAS ALCANZADO TU META?


Todavía recuerdo las primeras metas a largo plazo que me propuse alcanzar. Fue justo antes de mi adolescencia y eran vanas y vacías: Respeto, placer y cosas materiales. Probablemente no fueron exactamente estas cosas al principio, pero eso fue en lo que mis metas eventualmente se convirtieron.

Sin desperdiciar tiempo actué con mucha dedicación, cambié mi círculo de amistades y mi apariencia. En el proceso reformé algunos aspectos de mi carácter y mi comportamiento cambió de uno apacible a uno no tan apacible.

Antes de que mi adolescencia terminara ya había alcanzado de una u otra forma todos mis sueños. Ya no había, pensaba yo, nada bueno en el horizonte, pero me sentía más vacío y menos realizado que al principio.

¿Has alcanzado tu meta? Si sientes que estás en el último andén, cansado de perseguir sueños que siguen escapando de tu alcance o si has llegado a la conclusión de que no valen el alto precio que has pagado, si sientes que tu vida ha sido malgastada, éste puede ser el momento en el que Aquel que hizo todas las cosas y le da el verdadero sentido a la vida, quiere salir de la sombra de lo desconocido y dejarse conocer por ti.

Él te dice: “Mi nombre es Jesús y quiero entrar en tu corazón, para responder incluso las preguntas que aún no has hecho y para hacer realidad los sueños que aún no has tenido. Quiero ser tu mejor amigo, tu principio, tu fin, un lugar a dónde ir cuando no hay esperanza. Una esperanza de vida, cuando la vida parece acabarse. Una vida más allá de ésta y más, sí mucho más ¡Por toda la eternidad!

Si has oído esa voz si le ha hablado a tu corazón, penetrando hasta lo más profundo de tu ser haciendo tu alma temblar… ¿Abrirás la puerta? Si lo haces, ¡alcanzarás tu meta!

EJERCICIO ESPIRITUAL


Vivimos en una época en la que el cuidado del cuerpo y el ejercicio físico es algo muy común, incluyo algunos se han atrevido a llamar a esta la era de la salud. El ejercicio es una actividad agradable que nos libera del estrés y nos mantiene fuertes y saludables. Pero si el ejercicio corporal es bueno para el cuerpo, mucho mayor es el ejercicio espiritual para el alma, ya que el cuerpo muere, mas el alma es eterna.

El ejercicio corporal es muy bueno para el físico, pero es algo que no debe tener el lugar más importante para el hombre espiritual, porque los músculos de este cuerpo son pasajeros, pero los músculos espirituales son los que nos ayudan a arrebatar el reino de los cielos.

Como todo atleta en una competencia física, necesita músculos fuertes para obtener la victoria, así nosotros necesitamos fortaleza espiritual para obtener el premio de la vida eterna.

Una de las cosas que no podemos olvidar es que la fuente de nuestra fortaleza es Jesús y que sin Él nada podemos hacer. Por lo tanto, es necesario que nos mantengamos en constante comunión con nuestro Señor Jesús.

Para mantenernos firmes en Él, como el hombre sabio que edificó su casa sobre la roca, debemos poner por obra sus palabras y ¿cómo poner por obra palabras que no hemos oído ni leído? Por eso es que es muy importante el dedicarle a diario al Señor unos momentos de devoción para leer su Palabra y hablar con Él.

Otro ejercicio espiritual que nos hace mucha falta es el ayuno, el que nos ayuda a desarrollar la fortaleza espiritual para someter a la carne y negarnos a nosotros mismos todas aquellas cosas que no convienen a un hijo de Dios.

Ejercitémonos en el ayuno y la oración constantemente.

MADRE ADOPTIVA


Un predicador contó una anécdota de unos gatitos que se habían quedado sin madre. Eran muy pequeños estaban demasiado flacos y sin sustento materno pronto morirían.

El hombre que los encontró se topó con una gata que acababa de parir. Esta madre de adopción era la única esperanza que los gatitos tenían. El hombre puso primero un gatito delante de la madre. Era el momento decisivo, si la recién parida lo aceptaba viviría de lo contrario moriría.

La felina lo miró curiosamente, olfateó, le lamió la cabeza y lo empujó hacia la prole a que se alimentara. El hombre acercó al segundo gatito y así se repitió el acto, los pequeños vivirían. Habían encontrado una madre de adopción.

Como estos pobres felinos desnutridos estamos tú y yo. Sin madre, sin sustento, en una guerra contra el tiempo condenados a morir. Pero un hombre, Jesucristo, el Hijo de Dios, nos tomó en sus manos y al igual que los pequeños felinos huérfanos, fuimos presentados ante la madre adoptiva.

Jesús nos presentó ante el Padre Celestial, el Padre eterno nos olfateó como la felina a los pequeños gatitos. Al sentir sobre nosotros el dulce aroma de su Hijo amado, al sentir el olor de la sangre que las manos desfiguradas dejaron sobre nosotros al traernos al redil. El Padre Celestial nos dio un hogar en su seno.

Como la gallina cubre a sus pollitos el Dios de amor nos cubrió con sus alas y nos dio una oportunidad de vida.

¡Gracias, Señor Jesús, por Ti tengo vida!

JUGAR CON FUEGO


Dicen que “el que juega con fuego se quema”. Las primeras palabras claves son “el que juega” no el que “trabaja” en medio del fuego o el que lucha contra el fuego. Es el que juega con el fuego el que más fácil se quema.

La palabra “jugar”, en este contexto, es una acción innecesaria y es diferente a la palabra “trabajar” que es una acción necesaria para producir un resultado deseado. Aunque se trabaje alrededor del fuego, el que trabaja trata al fuego con cautela porque su interés no está en el peligroso elemento, sino en el trabajo.

También es diferente la palabra luchar, porque el que lucha está enfocando sus esfuerzos para apagar o alejarse del fuego. Pero el que juega con fuego acepta al peligroso elemento como su amigo y se involucra con él por mero placer o curiosidad. Esta curiosidad no es seria hasta que el que juega con fuego es quemado.

Las últimas palabras no son menos importantes: “se quema”. Mientras que el que “trabaja” y el que lucha contra el fuego puede se quemado por circunstancias externas, el que “juega” se quema a sí mismo porque le pierde el miedo al fuego.

Cuando nos vemos en medio de una prueba de fuego o rodeados por la tentación del mundo por la obra de Dios, el Señor nos protege del fuego con su gracia. Pero cuando nosotros mismos nos ponemos bajo fuego, corremos el grave peligro de caer de la gracia de Dios y hasta quedar en el fuego por la eternidad.

PADRE, HIJO Y ESPOSO


El hombre de acuerdo al diseño y creación de Dios, está capacitado para cumplir tres funciones básicas:

Padre, hijo, y esposo. Que algunos no lleguen a serlo se debe a circunstancias de carácter individual como dijo el Señor Jesús, “…hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos”. San Mateo 19:12.

Cada uno de estos tres títulos señala una función específica y peculiar dentro de la familia como Dios la diseñó. El hombre aunque sea uno solo, tiene que dividirse en tres personas que cumplen tres funciones diferentes.

Para sus padres, sólo puede cumplir el rol de un hijo; para su mujer, sólo puede llenar el espacio de un esposo, y para su hijo es ante todas las cosas un padre.

El humano tiene muchas otras labores que realizar en el corto período de su vida, pero estas tres son las más importantes para cumplir lo que dice Génesis 1:28, “…multiplicaos, llenad la tierra”.

Que hayan mecanismos en la creación que permitan a un solo ser dividirse en tres personas con tres funciones diferentes, es tan sólo una evidencia más de que somos hechos a la imagen de Dios, que aunque siendo una cumple infinitas funciones, tres son las que le caracterizan, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.

EL NUEVO CIRCO ROMANO


A muchos nos impresionan las atrocidades que se cometían en el circo romano. El derramamiento de sangre y los métodos horribles de tortura que padecían tanto los cristianos, los gladiadores y los criminales justa e injustamente condenados, pero mucho más que el circo nos impresionan las personas que se prestaban como espectadores para estos actos desquiciados.

Pensamos, ¿cómo pudo una civilización con tanta sabiduría permitir actos tan aberrantes? Claro que eso no sucede en nuestros días, ¿verdad? Una caricatura que vi en el periódico nos ofrece la respuesta a esta pregunta.

Al lado izquierdo del dibujo, en la parte inferior se podían ver las manos de un populacho extendidas hacia arriba, algunos con los puños cerrados, otros empuñando tridentes o garrotes. En la parte superior se veían los pies de un hombre colgando. Al parecer la turba le había linchado. En la parte del medio se podía ver el mensaje “sociedad medieval”.

Al lado derecho se repetía la escena, pero esta vez el hombre linchado estaba dentro de una pantalla en una página de internet. Al centro se leía “sociedad avanzada”.

El nuevo circo romano lo encontramos en muchas páginas del internet que promueven la violencia. Personas se filman golpeando a otras para tener fama, como todos los gladiadores y la turba al otro lado de la pantalla pide la sangre inocente.

La próxima vez que te encuentres frente a tu computadora pregúntate, ¿seré uno más en las bancas del nuevo circo romano? Pero más importante todavía, ¿le agrada a Dios lo que mis ojos están viendo?

EL MIEMBRO ENFERMO


Cuando uno de los miembros de un cuerpo está enfermo, es excluido de las actividades que el cuerpo realiza hasta que se recupera. Pero si su condición empeora puede llegar a ser cortado del cuerpo. El enemigo sabe esto y por eso quiere enfermarnos para que seamos separados del cuerpo de Cristo. Unidos somos fuertes pero separados somos presa fácil para él.

He escuchado a algunos hermanos decir que ellos no necesitan asistir a los servicios de la iglesia o tener comunión con los demás miembros de la familia espiritual. Ellos afirman que lo único necesario para mantener una vida cristiana saludable es tener una relación personal únicamente con Jesucristo y nadie más.

Si éste es el caso, ¿qué lugar ocupa entonces la iglesia en la vida de los discípulos de Cristo? ¿Por qué ha creado el Señor Jesús una institución de la cual el hombre no necesita? La vida cristiana es más que amor a Dios y tener una relación con Él únicamente. Ser cristiano es también amar a nuestros semejantes y tener una relación con ellos, adorar a Dios con ellos, sufrir con ellos y aprender de ellos.

Si la doctrina de nuestro Salvador es una de relación únicamente entre hombre y Dios, Él tendría como representantes en la tierra a “los” cuerpos de Cristo. Pero no somos “los” cuerpos somos “el” cuerpo de Cristo. Amémonos los unos a los otros, tengamos comunión los unos con los otros, sometámonos los unos a los otros y no busquemos nuestro propio beneficio, sino el beneficio del cuerpo de Cristo.

“…Somos sólo un cuerpo y uno es el Señor, una la esperanza y uno nuestro amor”.

EL CEREAL BARATO


Recuerdo que en mi adolescencia mi padre trajo un día a casa un cereal un poco desconocido. No era de ninguna de las marcas populares que me gustaban. Era un “cereal barato”. Cada vez que habría la puerta de la cocina lo miraba y pensaba, “seguro que debe saber extraño”, pero nunca lo probé. Todavía recuerdo el color rosado y el logotipo en la caja. Creo que será difícil que me olvide de este peculiar cereal.

Un par de años después me encontré en una cárcel preso. La comida era escasa y nos daban cereal una o dos veces al mes. Ahí fue donde me encontré otra vez con el “cereal barato’’ que un día desprecie, lo probé y me encantó. Pero ahora en una nueva comunidad en la que me encontraba el “cereal barato”, que no era tan barato, se había convertido en una delicadeza.

Nuestro Dios tiene un gran sentido del humor. No se me olvida la risa que salió de mis entrañas cuando el Señor abrió mis ojos y me permitió entender esta profunda lección. Cuántas veces no le damos valor a las cosas que Dios nos da. El hijo pródigo quizás despreciaba el pan que su padre le daba a los jornaleros hasta que el hambre quebrantó su orgullo.

¿Tienes “cereales baratos” en tu vida? Dale gracias a tu Padre Celestial por ellos, no sea que la economía del cielo se invierta y ya no estén a tu alcance.

Seamos agradecidos con lo que Dios nos da.

DIETA ESPIRITUAL


En nuestros días hay muchas personas que no contentas con su peso, se someten a dietas extremas para perder el exceso. El problema es que después de sufrir por un tiempo y tener los resultados deseados vuelven a sus antiguos hábitos alimenticios y en poco tiempo aumentan a un peso igual o mayor al que perdieron. Este proceso descontrolado causa serios daños emocionales y deja a las personas completamente derrotadas.

El problema, dicen muchos nutricionistas, es que estas personas no se dan cuenta que lo necesario para un cuerpo saludable no es hacer cambios drásticos por un corto tiempo, sino cambiar los hábitos alimenticios.

Lo mismo pasa con muchos creyentes que hacen cambios drásticos en su vida como una especie de dieta extrema espiritual, pero al momento en que son llenos de la unción del Espíritu Santo vuelven poco a poco a sus antiguos hábitos hasta que terminan en un estado espiritual igual o peor que el que tenían antes.

No hay cristiano que puede mantener una vida espiritual saludable si su alimentación espiritual es desordenada. Como dice el dicho “somos lo que comemos”.

Dios no quiere que hagamos un esfuerzo sobrenatural para estar cerca de Él. Un mes al año después los otros once meses pasarlos junto a Satanás. Dios no quiere que corramos fuertemente un día de la semana y nos echemos a dormir los otros seis. Él quiere que corramos pacientemente la carrera de la fe y que tengamos sanos hábitos espirituales.

COMPAÑÍA


A los seres humanos nos hace falta compañía, éste es el motivo por el cual existen dos sexos. Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo…” (Gen. 2:18) Una siesta y una costilla después… y ¡ahí estaba Eva! La compañía y la ayuda idónea para Adán.

También es buena para nosotros, tener amigos que compartan nuestras opiniones y que estén a nuestro lado en las buenas y en las malas, porque “dos son mejores que uno”. Pero creas o no, las personas con las que compartes tu diario vivir, van a tener un profundo impacto en tu forma de pensar y tomar decisiones. Por esta razón debemos tener mucho cuidado al momento de escoger las personas con las que nos relacionamos.

Yo creo que el Señor nos habló de una manera tan drástica para que nos diéramos cuenta del peligro al que nos exponen las malas influencias. ¿Qué es más preciado para ti que tus manos y tus pies?

Yo entiendo que el Señor nos explica el principio de la separación con el mundo de esta forma, para que entendamos que no importa cuanto aprecio le tengamos a alguien, si ese alguien ejerce una mala influencia sobre nuestra vida, si cuando estamos con esa persona somos arrastrados a actuar de una forma que desagrada a Dios o incluso a dudar de nuestra fe, aunque nos duela en el alma, debemos terminar esa relación.

Si sientes necesidad de tomar la difícil decisión de apartarte de alguien a quien aprecias, pero está ejerciendo una mala influencia en tu vida. Ora y ayuna Él te dará la fuerza para hacerlo.

Señor, sé la guía de mi vida.

GRACIAS -08


GRACIAS -07


LA ORACIÓN DEL PRESO


NAVIDAD -06

GRACIAS -06


¿QUIÉN ERES TÚ?


Si te preguntan: ¿Eres cristiano? Puede que respondas que sí. Si te dicen ¿Por qué? Puede ser que como muchos otros contestes: “Porque mis padres eran cristianos y sus padres eran cristianos”.

Es verdad que muchas veces los hijos siguen los pasos de sus padres, pero esta no es una regla absoluta. Hijos de ladrones son policías, hijos de importantes personalidades sociales son antisociales, de constructores son demoledores, hijos de vividores son pastores, etc.

Con esto dicho, permíteme preguntarte ¿Quién eres tú? No me digas quiénes son tus padres, tus abuelos, tu esposa, tus amigos, no, ¿Quién eres tú? Muchos responderían: “Bueno, yo soy cristiano porque trato de hacer lo bueno para ir al cielo al morir”.

Si ésta es tu respuesta, déjame decirte que es muy bueno que desees hacer lo bueno, pero, eso no es ser cristiano. ¿Qué tal si dijeras: “Porque voy a la iglesia los fines de semana”?

Hay muchos que van todos los fines de semana al templo y son lo más lejano a un cristiano que se pueda encontrar. Si contestas “Yo soy cristiano, porque creo que hay un Dios y que ese Dios envió a su único Hijo para morir por nuestros pecados y resucitar el tercer día”.

Quiero que sepas que has respondido muy bien, pero ser cristiano es mucho más que eso. El diablo cree lo mismo y sin una sombra de duda, porque él lo vio con sus propios ojos, sin embargo, el diablo no es cristiano. Él es todo lo contrario.

Si no tomas una decisión hoy, en aquel día Él te preguntará: ¿Quién eres tú?

PALABRAS


Alguien dijo: “Una palabra no dice nada y al mismo tiempo lo dice todo” ¿Por qué será que en una situación específica, una palabra que nunca ha tenido mucho sentido para nosotros se convierta en una revelación?

El dilema consiste en que la palabra es simplemente un vehículo que transporta una idea. Muchas veces pensamos que lo importante es la palabra que usamos, pero en realidad lo que importa, es la idea que estamos transportando.

Si una mujer le dice sarcásticamente a su esposo: “¿Quieres seguir hablando?” Pero en realidad le está diciendo: “¡Por qué no te callas! Las palabras no van a cumplir su significado estándar, sino que van a llevar el espíritu de lo que la mujer tiene en su corazón. Lo mismo pasa cuando una persona usa una palabra “buena” en vez de una “mala” para ofender a otra persona. Lo que tiene peso es el espíritu no la letra.

Varios libros de literatura inglesa definen a un buen escritor, como uno que puede decir mucho con pocas palabras, no uno que usa muchas palabras para decir poco. Claro que todo depende de gusto, pero para mí es increíble como hay personas que pueden hablar por horas sin decir nada.

O como algunos hombres de este mundo pueden esconder, entre un ejército de dichos populares y de exaltación a los oyentes un ideal imposible motivado por la ganancia personal.

Pero más que esto me impresiona un humilde Carpintero que con palabras sencillas trajo el mensaje más profundo que la humanidad ha oído jamás.

ORAR Y MEDITAR


Sabemos que orar y meditar en las Sagradas Escrituras son actividades imprescindibles para nuestra vida espiritual, pero es una gran confirmación de la infinita sabiduría del Maestro al encontrar estudios de los intelectuales de este mundo que comprueban lo que nosotros creemos por fe.

Referente a esto, el siguiente extracto de un artículo que encontré en una famosa revista científica, me llamó mucha la atención. “Hace unos cuantos años una instructora de la Escuela Médica de Harvard, llamada Sara Lazar, escaneó los cerebros de veinte personas que meditaban por 40 minutos diariamente. Estos no eran monjes budistas. Simplemente gente común con una larga historia de meditación.

Cuando ella comparó los cerebros de ellos con las de personas de edad e historial similar, pero que no meditan, encontró una diferencia significante. Los meditadores tenían el tejido cerebral un 5% más espeso en las partes de la corteza pre frontal, las cuales son usadas en la meditación. Éstas son las partes que trabajan regulando emociones, atención y memoria activa, las cuales ayudan a controlar el estrés”.

Si ésta es la diferencia mental entre una persona que medita y una que no. ¿Cuál será la diferencia en el ámbito espiritual entre una persona que medita en algo tan poderoso como la Palabra de Dios y una que no?

Por eso Isaías, un profeta que vivió miles de años antes que hubiera una universidad de Harvard, escribió que Dios mantendría en completa paz a aquel que medita constantemente en Él.

NUESTRA ESPERANZA


Vivimos, morimos, lloramos y reímos como cualquier persona. Somos el mecánico, la estudiante, el doctor, la abogada, el albañil. Somos el cocinero, la costurera, el ingeniero, el ama de casa. Somos de carne y hueso, de pasiones y deseos, de enfermedades y dolencias.

Somos seguidores de Jesús ¿En qué nos diferenciamos de los demás hombres? ¿Qué es lo que nos hace distintos? Nuestra esperanza.

Muchos tienen esperanza, pero no es una esperanza segura. Es como una neblina que ahora está aquí, pero en cuestión de minutos el sol la puede disipar. Nuestra esperanza es segura, pues está fundada sobre la roca de la eternidad.

Esperamos cielo y tierra nueva, esperamos calles de un material más precioso que el oro, pues éste no es eterno y un mar más bello y duradero que el cristal, pues éste se rompe. Esperamos una eternidad con el Creador y no una eternidad aburrida y densa, como muchos de falta de sentido común e imaginación piensan. Pues el mismo Dios que creó el atardecer, que diseñó la sonrisa de un niño y como gran maestro esculpió la dicha del amor en el corazón.

Ese mismo Dios saciará nuestra hambre y sed de vida, de justicia, de conocimiento, de paz y dicha eternal.

Muchas veces vivimos nuestros días cargados de los afanes y las preocupaciones de esta vida y es que somos humanos y tenemos mil problemas, pero es necesario que tomemos tiempo para recordar que la situación presente no es permanente, que tenemos una esperanza.

“Qué sería de mí sin ti, oh esperanza”.

LIMPIO POR FUERA


Hoy en día se le da mucha importancia a la apariencia física. Esto siempre ha sido parte de la mentalidad carnal, pues el hombre juzga de acuerdo a lo que ve, pero en estos últimos tiempos las apariencias externas han tomado un lugar más elevado, en la cultura general humana, por los avances en la comunicación y estética.

Los niños, jóvenes y adultos, tanto hombres como mujeres, se ven tremendamente presionados por los rigurosos estándares de apariencia que les impone la sociedad. Desean ser igual a él/la modelo de la revista.

Lo que muchos no saben es que estas fotos, muchas veces son arregladas con la tecnología, el bisturí o semanas de dolorosa angustia y hambre. Todo por una simple foto o escena de una película. Pero en su diario vivir, la mayoría de las estrellas son tan humanos como tú y yo; tienen espinillas, celulitis y deben ejercitarse para mantenerse en forma.

En mi opinión es muy bueno que cuidemos de nuestra apariencia, pero más que mi simple opinión, la Biblia dice que debemos cuidar de nuestro cuerpo, pues es el templo de Dios. La gula y el uso del alcohol y las drogas, son cosas que le desagradan a Dios, porque son dañinas para nosotros.

Pero aunque es bueno y necesario cuidar de nuestra apariencia, todo tiene un límite, no crucemos la raya, debemos recordar que lo más importante es un alma limpia, para no estar limpio por fuera y sucio por dentro.

NO COMO EL MUNDO LA DA


¿Cuántas veces en el camino nos hemos visto atrapados en los afanes del mundo, perdiendo el enfoque, buscando una paz y una tranquilidad que no nacen de la presencia del Espíritu Santo, sino de lo que el mundo ofrece?

A mí me ha pasado muchas veces, pero le doy gracias a mi bendito Salvador, quien siempre me recuerda cuál es el enfoque que debo tener en la vida. Hay un himno muy precioso que en pocos versos define esta lucha cotidiana: “Señor, clamo a Ti esta noche, porque te he entregado mi vida, pero estoy cansado y hoy extraño lo que un día dejé atrás. Así que te digo una vez más… aquí está mi vida”.

Y es que aunque es verdad que no pertenecemos, a este mundo, estamos en él temporalmente. Vivimos, trabajamos, manejamos vehículos y pagamos cuentas como cualquier otro ser humano.

La diferencia es que nosotros no ponemos nuestra confianza en estas cosas, como lo hace el resto del mundo, porque nuestro Jesucristo nos ha mostrado que aunque estas cosas son útiles y necesarias, no nos pueden dar paz, lo único que le puede dar paz absoluta al hombre es la presencia del Espíritu Santo de Dios.

Cualquiera que deposite su confianza, su esperanza y su vida en algo que no es externo, que no es inmovible, va a tener una paz pasajera e inestable. Aquel que deposita su todo sobre la Roca inmovible de la eternidad va a gozar de una paz eterna y aunque tenga momentos de prueba y duda, esa paz estará siempre ahí, inmovible, como Dios la da.

…mi paz os doy, no como el mundo la da.

NIÉGATE A TI MISMO


¿Qué quiso decir el Señor cuando me dijo que me negase a mí mismo? ¿Habrá querido decir que ya no puedo hacer lo que me agrada? ¿Debo perder mi personalidad, mis gustos, mi carácter y convertirme en una especie de cristiano robótico? La respuesta es ninguna de las anteriores.

El problema es que vivimos en un mundo en el cual reina un espíritu de maldad. El enemigo y sus ángeles caídos luchan diariamente para que nuestros gustos, carácter y personalidad, cosas que Dios ha creado únicas en cada persona, como las huellas digitales, estén siempre dirigidas hacia el pecado.

Todos los caminos del hombre que no conoce a Dios, a veces de una forma sutil y otras de una manera completamente abierta, están encaminados a la destrucción. El diablo busca darme su imagen suplantando la belleza con su vana gloria, el poder con la prepotencia, el coraje con el orgullo y el amor con el odio.

Por esto es que cuando conocemos a Dios en la persona del Hijo y creemos en Él entregándole nuestra vida, debemos negarnos a nosotros mismos. No porque las características individuales que Dios le dio a cada alma deban desaparecer, sino porque estamos tan acostumbrados a ser engañados por el diablo, que debemos apartarnos de todo lo que éste último nos dijo que éramos, nuestro viejo yo, para conocer lo que en realidad somos.

Para ganar la vida que el Señor diseñó para nosotros, no a la semejanza de Satanás, sino a la imagen de Dios.

¡Ayúdame, Señor, a ser un reflejo de Ti!

LIMPIO O INMUNDO


Siempre me ha llamado la atención la lista de animales limpios e inmundos que aparece en el libro de Levítico. La ciencia ha comprobado que los animales que la Biblia describe como inmundos, son dañinos para el cuerpo. Muchos de ellos, por comer otros animales muertos, contienen enfermedades que pueden ser letales para el humano.

A través de la historia, los judíos se han salvados de las plagas que han amenazado con destruir otros pueblos, por los hábitos alimenticios que Dios le entregó a Moisés. Pero aun con todo esto, a mí siempre me ha parecido que esta lista de alimentos, no es solamente de utilidad sanitaria, sino que también conlleva un significado espiritual.

Hace algún tiempo leí un libro de Juan Bunyan, un predicador inglés, que me dio una nueva luz respecto a este pasaje. El escritor dijo que los animales que tenían pezuñas hendidas o separadas y que rumian, representan a los cristianos que se separan del mundo y meditan constantemente en la Palabra de Dios.

Los que rumian, pero no tienen separación, son aquellos que meditan la Palabra, pero no la ponen por obra, porque no se separan del mundo.

Y los que tienen separación en las pezuñas, pero no rumian, son aquellos que se separan del mundo, pero no escudriñan la Palabra de Dios.

A Dios no le agrada la mediocridad, un cristiano medio limpio y medio inmundo, es completamente inmundo.

Vivamos como hombres y mujeres limpiados por la preciosa sangre de Jesús.

LA VERDADERA LIBERTAD


Dios nos ha creado libres en todo el sentido de la palabra. Esto significa no estar sujeto al control de ningún otro; ser capaz de escoger por sí mismo. “Consecuencia” es el resultado de una decisión.

Una libertad sin ningún tipo de orden, límites ni educación, en la naturaleza de las consecuencias, genera lo que es conocido como “caos”: “Imprevisible comportamiento de un sistema o grupo. Estado de confusión total”.

Para permitirle a sus criaturas completa libertad, sin que éstas se hagan daño a sí mismas o a los demás y para que la consecuencia de la libertad de una no sea la esclavitud de otra; Dios, en su infinita sabiduría, creó también límites para esta libertad.

Entonces ¿será absoluta nuestra libertad, si está sujeta a un límite? Claro que es absoluta, porque aunque existe una línea divisoria entre una libertad que destruye y una libertad que edifica, Dios también nos ha dado libertad para cruzar esta línea.

Lamentablemente algunos hemos sido irresponsables y hemos abusado de nuestra libertad, trayendo consecuencias negativas para nosotros y los demás. Por este motivo fue que el Hijo de Dios murió en una cruz, para recibir las consecuencias de nuestra irresponsabilidad y para hacernos libres de las acciones que nos destruyen.

Sólo podemos obtener esta libertad cuando voluntariamente aceptamos el sacrificio del Hijo de Dios, porque somos libres también para rechazarlo o someternos a actuar dentro de los límites, que en su eterno amor, Dios preparó para que viviéramos en paz.

Con Jesús somos verdaderamente libres.

LA LEY MORAL


Se dice que la diferencia entre el hombre y el animal es que mientras el animal actúa por instinto el hombre posee el intelecto, la capacidad de razonar. Pero más que esto el hombre, en lo más profundo de su ser posee un código moral.

Éste es el que le dice que no está bien tomar lo ajeno o engañar a otro. Este código o ley que el Creador puso en el corazón del hombre de a poco ha sido ignorado hasta llegar a ser casi olvidado. Pero aunque escondido por la neblina del olvido, cada vez que se levanta una civilización intelectual, el hombre instintivamente busca su código moral olvidado, usando leyes que son un reflejo inconciente de éste.

El Creador del hombre y su código moral, sacó el código del olvido escribiéndolo con su propio dedo en dos tablas de piedra.

Algunos dicen que Dios y su santa ley moral son un invento de la falta de “iluminación intelectual”. El siguiente extracto da una respuesta a esta opinión:

“Dicen que la ciencia nos salvará, pero la ciencia (sin moral) nos ha destruido. ¿Qué Dios le ofrece poder a sus criaturas sin ningún parámetro moral? El lenguaje de la ciencia (sin moral) viene sin las palabras “bien o mal”. Sus libros nos enseñan a crear una reacción nuclear, pero no contienen ningún capítulo preguntándonos si es una idea buena o mala.

Así como las leyes físicas no dejan de existir, mientras existan cuerpos físicos; la ley moral no dejará de existir mientras existan seres morales.

“Sin ley moral, el hombre no es un ser humano”.

ESCOGE TUS BATALLAS


Las grandes victorias se logran con gran sacrificio. Un general no puede responder a todos lo ataques de un enemigo, motivado simplemente por defender su orgullo en una batalla que no es de importancia para ganar la guerra.

Un boxeador no puede aceptar el reto de una pelea, si ésta no va a ayudar en nada su carrera. Todo guerrero debe escoger sus batallas.

Muchos usan actitudes arrogantes o agresivas cuando se trata de ganar respeto personal, alegando que el rey David era un hombre de Dios que empuñaba la espada; lo que estos no entienden es que el rey David no peleaba para defender su honor personal, ni por alimentar su ego guerrero. Él no mató a un gigante con la espada del mismo, cuando tan sólo contaba con 17 años por obtener vana gloria viril de guerrero.

En sus años de juventud como capitán fugitivo, David recibió una ofensa personal de un hombre, cuando al ir a confrontar a éste y demandar respeto, la mujer del hombre sabiamente le salió al encuentro recordándole que él era un hombre que sólo peleaba las batallas de Dios.

Eso era lo que diferenciaba a David de un ser arrogante conquistador a ser un guerrero santo. Él peleó las batallas que Dios escogía con las armas que Él proveía y cuando la lucha no se veía vestida de gloria militar, como lo fue el épico encuentro con Goliat y cuando triunfar significó tragarse el orgullo, recibir piedras y vituperios, pudiéndolos devolver con una intensidad fulminante, se humilló, escogió su batalla y triunfó.

Un guerrero espiritual es precisamente eso: “Un Guerrero Espiritual”.

EN EL NOMBRE DE CRISTO


En nuestros días la mayoría de las personas escogen nombres para sus hijos de acuerdo a si suena bonito, a veces el nombre no significa nada en especial simplemente suena bien.

En la cultura hebraica los nombres dados a los hijos tenían un significado, en muchas ocasiones representaban el carácter de la persona. Jacob significa “suplantador”. Moisés, “sacado de las aguas”. Jesús, “Salvador o Dios es salvación”.

En el mundo hay muchas organizaciones o movimientos que representan diferentes idealismos, la cruz roja representa cuidado médico y atención al desvalido. Si la cruz roja comienza a esparcir enfermedades y a herir a las personas, esto puede significar unas de dos cosas; la organización cambió su carácter o alguien está falsamente actuando en su nombre.

En la segunda guerra mundial los alemanes pintaron los camiones con la insignia de la cruz roja y mataban a los judíos que se acercaban a pedir socorro.

¿Qué significa actuar en el nombre de Cristo? Actuar en el nombre de Cristo es más que hacer lo que yo quiera y ponerle la etiqueta de: “En el nombre de Cristo”, como la insignia pintada en el camión alemán.

En la historia se han cometido mil atrocidades, supuestamente en el nombre de Cristo, pero en realidad han sido en nombre del odio y la depravación. Actuar en el nombre de Cristo significa actuar en su carácter.

El nombre Cristo significa: “el Ungido”, “el Santo de Dios”. Actuar en su nombre significa actuar en el carácter de un ungido por el Espíritu Santo de Dios.

Señor, concédeme que cuando alguien me conozca quiera conocer a Jesús.

EL CUARTO OSCURO


Si un hombre está parado frente a un espejo en un cuarto completamente oscuro, puede pensar que todo está bien con su apariencia. Puede que esté medio afeitado, despeinado, con la cara sucia y la ropa al revés. Pero sin luz, no importa cuánto tiempo este hombre pase frente al espejo, no se va a dar cuenta de su condición.

Si una luz es encendida en aquel cuarto, el hombre comenzará a darse cuenta de su apariencia y tratará de hacer algo al respecto. Mientras más luz haya en el cuarto, más errores en su persona va a notar.

Querido amigo, el cuarto oscuro es tu corazón; el espejo es la Palabra de Dios y el hombre eres tú. No importa cuánto tiempo pases frente al espejo de la Palabra, si la luz del Espíritu Santo no ilumina tu corazón, no vas a ver tus errores. Si piensas que no tienes ninguno, puede estar seguro que tu corazón está falto de luz.

Mientras más se acerca un alma a la luz de Cristo, más imperfecciones, más pecados, más errores va a encontrar. Si cada día te das cuenta de lo bueno que eres y de lo malo que son los demás, puede que te estés alejando de la luz.
Esto no significa que tienes que vivir golpeándote el pecho, simplemente mírate al espejo, límpiate el rostro y si ves la camisa de tu hermano arrugada, ayúdale a plancharla con amor. Puede que necesites que él te arregle el nudo de la corbata.

Que nuestra vida refleje la luz de Dios.

LA DEVOCIÓN


Una de las definiciones para la palabra “Devoción” es: “El estado de un individuo ardientemente dedicado a una persona o idea. Prontitud con que se está dispuesto a dar culto a Dios y hacer su santa voluntad”.

¿Qué tan importante es el tiempo devocional? El tiempo devocional es un tiempo dedicado exclusivamente a adorar y a construir una relación cercana y personal con Dios. Es un tiempo que afina nuestros oídos espirituales a la voz del Espíritu Santo. Es un tiempo que renueva nuestra mente y nos saca de los afanes de lo temporal para llevarnos a las alturas de lo eternal.

El tiempo devocional es sumamente importante para mantener nuestra relación con Dios viva, como el tiempo privado de un matrimonio es esencial para la vida de la relación.

Otra de las definiciones para la palabra devocional es: “Ejercicio o práctica religiosa individual o parte de un servicio congregacional”.

Muchos piensan que la actividad más importante de la vida cristiana es asistir a los cultos. Esto es muy importante porque es el tiempo en el que adoramos a Dios en conjunto y compartimos con los hermanos, pero el tiempo devocional individual es igual de importante y no menos como algunos creen. La vida devocional es aquella relación “dentro del closet” que describe el Señor Jesús. Una relación íntima con el Creador.
El enemigo trata por todos medios a su alcance de privarnos de esta relación. Él sabe que en la congregación sólo conocemos al “Rey del pueblo”, el “Dios del predicador”, el “Jesús del púlpito”. Mientras que de rodillas, en mi diario vivir, en mi cuarto, conoceré al Dios que es solamente “mío”.

“La sincera devoción nos guía a la verdadera adoración”.