martes, 22 de diciembre de 2009

PERSONAS Y PROBLEMAS


Desde niño fui muy social, no me costaba mucho entablar relaciones. En mi infancia viajé mucho, pues mis padres son misioneros y cada vez que nos mudábamos a un barrio nuevo, a los pocos días yo ya sabía el nombre hasta de los ratones de la casa de la esquina, pero al conocer muchas personas me encontré con un gran problema; muchas personas traen muchos problemas.

Fue entonces cuando decidí aislarme de las personas, aunque no se notara mucho a simple vista. Andaba con todas, pero superficialmente, no les dejaba saber fácilmente mis opiniones, mi número de teléfono, ni dónde vivía. De esta forma “Te veo cuando te vea, pero mejor te evito” y “Yo se quién eres tú, pero tú no sabes quién soy yo”.

Luego la vida me enseñó que hacían falta las personas y que era imposible vivir sin problemas. Entonces opté por escoger cuidadosamente a las personas con las cuales me rodeo y tratar de evitar o solucionar de buena forma los problemas.

Dios es el gran Artista, que a diario trabaja haciendo una obra de arte del lienzo de nuestra vida. Él usa a las personas como los pinceles para pintar nuestro cuadro. Los problemas son las técnicas y métodos que Él usa para pintar y la pintura es la lección que nos quiere enseñar.

No seas un lienzo amargado, escapándose de los roces del pincel. Tampoco seas un lienzo que no asimila la pintura y arruina los colores. Sé un lienzo dócil que reciba gozoso los pincelazos del Artista, dejando que con los bellos colores de la sabiduría y el amor de Dios haga de ti una bella obra de arte.

Haz mi vida a tu parecer, Señor.

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