martes, 22 de diciembre de 2009

CORRE MÁS FUERTE


Hace unos días me encontraba corriendo con un amigo. Cuando alcanzaba la distancia que estaba acostumbrado a correr, le dije a mi compañero que hasta ahí llegaría yo, porque ese era mi límite.

Él, que tenía más experiencia corriendo, me respondió que si pensaba que ese era mi límite, entonces que corriera un poco más, porque la mayoría de las veces, a los principiantes, la mente les dice que pueden mucho menos de lo que su cuerpo es capaz.

El hombre debido a la debilidad de su carne, nunca deja de ser un principiante en la carrera de la fe. Por este motivo, al igual que el corredor débil, acordémonos de que podemos hacer mucho más de lo que nuestra carne nos indica.

Lo único que necesitamos es un compañero, el Espíritu Santo de Dios, para que nos ayude y nos guíe en la carrera, para que nos enseñe a conocer las capacidades y la medida de la fe que Jesús nos da.

En el año nuevo, muchas personas se proponen metas que muchas veces no llegan a realizar. En este año 2009, te propongo que no te hagas muchas metas nuevas; sino más bien trata de esforzarte, organizarte y superarte en lo que ya estás haciendo.

Trata de pasar más tiempo en comunión con Dios, más tiempo meditando en su Palabra y laborando en su viña. Trata de correr una milla más.

Nunca olvides que un paso grande no te lleva a ningún lado, pero mil pasos pequeños te llevarán muy lejos.

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