Recuerdo que hace años cada vez que se decía una palabra incorrecta o inadecuada, en los medios de comunicación, ésta era silenciada y reemplazada por un sonido agudo. De ese tiempo a esta parte los medios de comunicación se han corrompido con mucha rapidez.
Cada día los programas son más atrevidos y las conversaciones más inadecuadas. La mayoría de las películas llenan los ojos de la juventud de violencia, sangre y sexo. La música trastorna sus mentes de tal manera que distorsiona la recepción de la realidad, los introduce muchas veces a un mundo de odio y los deja vacíos.
Hubo una época dorada donde el centro del hombre era Dios, pero pareciera que el mundo de hoy en vez de bloquear las palabras feas y desagradables, usa su sonido agudo para silenciar a Dios y su Palabra. Esto no es nada nuevo, ya que el hombre desde el principio ha escogido el mal sobre el bien, la serpiente antes que a Dios, a Barrabás antes que a Jesús.
Lo que nos llena de esperanza es saber que aunque el mundo quiera silenciar a Dios, nosotros confiamos en su promesa: “El cielo y la tierra pasarán, mas mis Palabras no pasarán”. Mateo 34:25.
Cuando los medios de comunicación presenten programas que destruyan la moral y el mensaje del evangelio, no les des audiencia.
Rechaza las palabras de Satanás y trasmite las Palabras de Jesús.
Hech. 4:13-20.
Salmos 83.
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