sábado, 4 de octubre de 2008

EL SÁBADO ES UN REPOSO NO UNA CARGA

Me gusta mucho leer los artículos que escribe nuestra hermana Judith Stone acerca del sábado, pues se nota en sus palabras el gozo y la paz que trae a su alma, mente y cuerpo. Tener un día en el que se puede apartar y olvidar de los quehaceres y de las preocupaciones cotidianas y puede reposar en el seno de nuestro Salvador.

Qué bueno es tener un día para descansar de las responsabilidades de este mundo y consagrarlo a Dios. Pero qué lamentable es reconocer que muchas veces olvidamos la importancia y el gran significado de este precioso día, sombra del reposo eternal que vendrá y estamos contando las horas desde que desciende el sol el viernes hasta que se oculta el sábado, para seguir con nuestra vida diaria.

Qué triste es que el sábado nos parezca a veces como una especie de castigo en vez de una bendición. Y esto sucede cuando no hacemos caso a la Palabra de Dios y en vez de reposar nuestra mente en las cosas celestiales, nos atribulamos con las terrenales pensando nuestros pensamientos y hablando nuestras palabras. No nos enfocamos en lo espiritual, sino en lo que vamos a hacer cuando se ponga el sol, haciendo del día del Señor una carga.

No permitas que esto te suceda y entrega tu mente, alma y cuerpo para reposar en Dios.

Descansa tu vida en la paz de Dios.

Is. 58:13-14
Is. 26:3

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