miércoles, 17 de octubre de 2007

LA DISCIPLINA

¿Qué es la disciplina?

El diccionario nos enseña que la disciplina es:
1- A. Entrenamiento con expectativas de producir una habilidad especifica, compor-tamiento o carácter.
B. Comportamiento controlado como resultado de dicho entrenamiento.
C. Un método sistemático de regular un comportamiento: disciplina militar.
2- Castigo impuesto con la intención de corregir o entrenar.
3- Una rama de conocimiento o enseñanza: Matemáticas y computación con disciplinas relativas.

La disciplina es el método que Dios ha usado para mostrar al hombre, su imagen y semejanza y su más preciada creación, que existe una autoridad, que el hombre no tiene el control de su existencia ni de lo que lo rodea, que existe un Creador, y que por su propio bien él tiene que rendir su voluntad y entendimiento a Dios.

Dios creó al hombre a su imagen con una personalidad propia y única y con la habilidad de tomar decisiones por voluntad propia, a diferencia de los animales que actúan por instinto. Aunque Dios creó al hombre libre, con la opción de obedecerle o no, de someterse a Él o no, con autoridad sobre su propia decisión. “Y crió Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo crió: varón y hembra los crió” Gen.1:27. “Formó pues Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fue el hombre en alma viviente”. Gen. 2:7.

Cuando Dios crea al hombre, le pone en un jardín con una disciplina alimenticia. Dios crea al hombre con grandes planes para que el hombre tuviera dominio y autoridad semejante a Dios. Pero él crea dicha disciplina para entrenar en instrucción y práctica a la voluntad libre del hombre y producir en él, por su propia decisión, un carácter obediente. “Y había Jehová Dios hecho nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer: también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de ciencia del bien y el mal”. Gen. 2:9.

“Tomó, pues Jehová Dios al hombre y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase y mandó Jehová Dios al hombre diciendo; de todo árbol del huerto comerás, mas del árbol de ciencia del bien y del mal, no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás”. Gen. 2:15-17.

Dios no le da al hombre una disciplina estricta ni difícil de seguir, ni lo llena de restricciones. Simplemente le prohíbe que coma de un árbol, por su propio bien. Pero le da la autoridad sobre su decisión. Obedecer o desobedecer.

El significado de la palabra disciplinar según el diccionario es el siguiente.
-Entrenar en instrucción y práctica.
-Castigar con el objetivo de ganar control o reforzar la obediencia.

Dios le da al hombre una instrucción para que él aprenda a obedecer la voz de Dios. Pero también le impone un castigo para que el hombre aprenda a no desobedecer la voz de Dios. Pero la corrección no es por odio ni en su ira, sino por y en amor.

“Habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige diciendo: Hijo mío, no me menosprecies las disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por Él; porque El Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo, si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Hebreos 12:5-7. “Mas ahora porque en su ira no castiga, ni inquiere con rigor”. Job. 35:15

Nuestro Padre Eterno quiere, en su eterna sabiduría, mostrarle a ésta su nueva criatura, que obedecer es bueno para él mismo. Lo importante es que tiene que haber una consecuencia, para que haya un aprendizaje, y ahí es donde nace la disciplina.

Las palabra disciplina viene del latín disciplina y encuentra su raíz en la palabra discipulus. (Discípulo) que significa pupilo o estudiante. El hombre era en el principio un pupilo de Dios.

El hombre y la disciplina

El hombre desde el principio de la creación ha tenido problemas con la disciplina. Cuando la raza humana peca contra Dios conociendo bien las consequencias responde de tres maneras.

1. La manera de Adán: Irresponsabilidad
A la hora de responder por sus acciones ante Dios, en vez de hacerse responsables por lo que hicieron. Cada cual culpa al próximo en la cadena, del hombre a la mujer, a la serpiente. “Y Dios le dijo: ¿Quién te enseño que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: la mujer que me diste por compañera me dio del árbol y lo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: la serpiente me engaño y comí”. Gen. 3:11-13.

2. La manera de Caín: La rebeldía
Tan sólo una generación después ya la maldad y la rebeldía habían alcanzado un nivel tan profundo en el corazón del hombre, que cuando éste comete el pecado, no sólo intenta escapar su responsabilidad, sino que incluso se atreve a responder a la autoridad con un tono desafiante, como si sus acciones no tuvieran consecuencias. “Y hablo Caín a su hermano Abel: y aconteció que estando ellos en el campo Caín se levantó contra su hermano Abel, y le mató. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé: ¿Soy yo guarda de mi hermano?” Gen. 4:8-9.

3. La manera de Lamec: La indiferencia
Se fue profundizando tanto la maldad en el corazón del hombre que éste, segado por su soberbia, incluso antes de cometer el acto, se jactaba insolentemente de que sus acciones no tendrían consecuencias negativas para sí, tan sólo por la misericordia que Dios tuvo con Caín. “Y vio Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designo de los pensamientos del corazón de ellos era continuo solamente al mal”. Gen. 6:5.
“Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz: mujeres de Lamec escuchad mi dicho: que un varón mataré por mi herida, y un joven por mi golpe. Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será”. Gen.4:23-24.

Como aplicó Dios la disciplina

Uno de los más grandes atributos de los muchos que tiene Dios es que Él es Eterno, Él no cambia. “Porque yo Jehová no cambio: por esto hijos de Jacob, no habéis sido consumidos”. Mal. 3:6.

“Toda buena dadiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en El cual no hay mudanza, ni sombra de variación”. Santiago 1:17.

Dios no se arrepiente de su palabra ni su palabra deja de ser. “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”. Mateo 5:18.

“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” Números 23:19.

El primer significado de la palabra disciplinar es; entrenar en instrucción y práctica. Dios no solamente dice que va hacer algo, sino que también lo hace. Si somos discípulos de Cristo nuestra pasión debe ser el querer ser como Él. Por esta razón nosotros no debemos solamente oír su palabra, sino también ponerla por obra. “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”. Santiago 1:22.

El segundo significado de la palabra disciplinar, según el diccionario, es castigar con el objetivo de reenforzar la obediencia. Como vimos anteriormente Dios pone al hombre bajo ciertas disciplinas para crear en el un carácter obediente. Para que el hombre vea que cuando se revela las cosas le salen mal al principio o al final.

“Él es sabio de corazón, y poderoso en fuerzas; ¿Quién se endureció contra Él y le fue bien?”
Job 9:4.

“De Jehová son los pasos del hombre; ¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?”
Prov. 20:24.

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