miércoles, 17 de octubre de 2007

EL DÍA EN EL DIABLO TEMBLÓ

Temprano en la madrugada en cierta cárcel de la Florida
Se escucha “a corte” la llamada mientras se elevan al cielo
Las oraciones de tres amigos, tres hermanos
De tres vidas que fueron perdidas ms ahora son halladas.
De corazón y espíritu se entregan a Dios, con sus rodillas dobladas…
¡Y el diablo tembló!

Tan sólo a millas de distancia un santo ejército se aproxima
Orando al Padre con ayuno fe y constancia
Y en aquella misma instancia, al ver lo que se avecina,
Al ver lo que se avecina, aquella poderosa caravana
Dirigida por una columna de nube y rodeada por santa neblina…
¡El diablo tembló!

Suena la trompeta a la hora señalada y antes de salir en pie de guerra
Desde aquella celda gris y helada,
Se levantan al firmamento seis manos entrelazadas
Y al escuchar el “Padre nuestro” en sus voces en Dios confiadas
Y sólo ante Dios humilladas…
¡El diablo tembló!

Comienza la batalla y el diablo tiembla en una esquina arrinconado
En su odio rencor y mentira, la Iglesia le hace frente
Con pie fuerte y valiente, en su mente una oración ferviente,
Su fe puesta en el Dios viviente.
Y el diablo se revuelca de cólera y tiembla impotente.

El diablo tembló en la corte, el diablo tembló en la tierra
Alla en el horizonte, el diablo tembló en el este
El diablo tembló en el oeste, el diablo tembló en el sur
El diablo tembló en el norte y bajo la ira celeste,
El diablo tembló en el valle, el diablo tembló en el monte.

Tembló desde los cuernos a las canillas, con él tembló el juez en su silla
Tembló el corrupto policía, tembló la voz de la fiscal en su extradilla
Tiemblan de ira las costillas de Satán, el demonio,
Tiemblan de ira las mentiras del falso testigo que no enseñó su cara
Se escondió detrás de una grabación teatral y un sombrío escritorio.

El diablo tembló, oh, pero cómo temblo, se tornó en fiasco su plan idóneo
Cuatro vidas que fueron atadas, ahora son cuatro testimonios
De que Dios existe, de que Dios es bueno
El diablo tiembla, da gritos y llora lágrimas de cobarde veneno
Como gritan y lloran los muchacitos, cuando afuera de la casa
Llueve y azota el relámpago o retumba el trueno.
Porque en la sala del ciego juicio estaba presente el cuerpo de Jesucristo el nazareno.

Joven, el diablo se avalanza sobre ti, como león rugiente,
Quiere a cualquier precio apagar tu luz, pero cuando tu mundo se desmorone
Y llueva sobre tu cuerpo ya mojado,
Cuando la tormenta granice a torrentes sobre tus hombros
Y te sientas desolado y abandonado, levántate valiente,
Pon en alto tu frente, míralo a los ojos,
Empuña tu espada y grita fuerte, ¡Soy un soldado de la cruz!

Y verás como el diablo tiembla y crujen sus dientes,
Cuando invocas el nombre de Jesús.


Por inspiración de Dios.
Dedicado a Kevin, Mack y Janice,
a sus familias, a mi familia,
a toda la gente que está orando
24 horas y ayunando por nosotros y
especialmente a ese gran grupo de valientes
que nos acompañó el día de la presentación en el juzgado.
“Por cuanto lo hicisteis a uno de estos pequeños
a Mí lo hicisteis”, dijo el Señor.

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