miércoles, 9 de enero de 2008

CRISTIANO

Esto sucedió hace unos cuantos meses, ya casi un año. No recuerdo exactamente la fecha pero me parece que ya era de noche. Una noche llena de gritos, risas, malas palabras, discusiones, y alguno que otro cantante en el "background". Sonidos característicos de una celda de máxima seguridad con más de cincuenta hombres que no entienden mucho de reglas ni orden.

Me encontraba sentado en la fila del teléfono "zona de peligro". Uno nunca sabe lo que va a pasar en el teléfono. De buenas a primeras se puede formar una pelea, alguien puede ser apuñalado o cualquier cosa por el estilo.

Gracias a Dios hasta el día de hoy, no ha habido muertes en esta celda, ni muchos incidentes serios, pero todos saben que el teléfono puede ser peligroso.

Ya llevaba más o menos media hora esperando un turno para hablar con mi familia, y afortunadamente me encontraba en una posición aventajada en la línea. A mi izquierda se encontraba un "distinguido personaje", pequeño y oscuro, con un diente menos en el centro de la sonrisa y una mirada de "yo sé algo que tú no sabes", apodado "Media Noche". A mi lado derecho se encontraba otro "reverente problemático", un poco más alto, blanco, gordo, con la nariz grande y roja, y el cuerpo cubierto de tatuajes; conocido merecidamente como "Payaso".

Se les ocurrió a los "prestigiosos elementos" el ponerse a pelear casi encima de mí. A Payaso, que era como un niño en cuerpo de hombre, le encantaba el juego de manos, y Media Noche no tenía mucho cuerpo, pero sí una boca indomable; así que el resto es de imaginar. En el momento de la embestida del luchador aficionado, Media Noche tenía un vaso de jugo en la mano, y naturalmente parte del jugo terminó en mi pantalón. La pelea se paralizó cuando Media Noche, notando lo ocurrido, oportunamente le reclamó a su oponente: "mira lo que hiciste, por tu culpa mojé al cristiano".

En ese momento sentí como que el tiempo se había suspendido, las palabras de Media Noche todavía hacían eco en mis oídos, Payaso ofreció ayudarme, pero rechacé la oferta todavía pensativo… "mojé al cristiano". Que yo recuerde nunca en mi vida nadie me había llamado cristiano. Puede que cuando era niño, pero en aquel entonces no tenía la menor idea de quién era Jesucristo. Mis padres son cristianos, pero yo solamente quería ser igual a los otros niños.

Ahora todo era diferente. Me había enamorado de Jesús. Creo que apareció en mi rostro una sonrisa de oreja a oreja. Mi corazón brincaba de felicidad y emoción. Alguien me había llamado por el nombre de mi Salvador. Si un par de meses antes me hubieran llamado así, creo que me habría reído de esa persona o del comentario; aunque no creo que a alguien se le habría ocurrido llamarme así. Tan sólo mi mirada arrogante decía lo contrario, o quizás mi actitud callejera o mi forma de vestir habría ahuyentado cualquier expresión parecida, pero ahora era "el cristiano".

Esa noche mi colchón se sintió como las nubes, floté despacio hacia el sueño recordando la primera vez que fui identificado con el Maestro, y aunque vinieron muchas otras, ésta fue la más hermosa de todas.

No hay nada más sublime, que después de haber vivido una juventud frustrada, en el momento menos pensado ser reconocido como un discípulo de Jesús, y deseo con todo mi corazón poder tener el honor de ser "el cristiano" todos los días del resto de mi vida.

1 comentario:

Negrita_Negriss dijo...

"El Cristiano" debe ser muy emocionante escuchar que persona conflictivas y quizas terribles o problematicos te diga eso, quiere decir que demuestras y representas lo que eres un Critiano de corazón, corazón que transformó Dios, con su inmneso amor y misericordia que nos tiene. La verdad que me emociono cada vez que leeo tus escritos, me dan fuerzas día a día para seguir luchando en esta vida tan dificil.

"Dios te Bendiga" y de todo corazón me despido, nos vemos en otro post Bye