miércoles, 9 de enero de 2008

NOS VAMOS A CASA

Estoy preso en una cárcel del condado Dade de la Florida, por reglamento nos cambian las ropas de cama y el uniforme todos los lunes por la madrugada.

Muchos guardias se frustran porque no es fácil lidiar con los presos y especialmente despertarlos en la mañana, otros consideran injusto que siendo ellos ciudadanos normales y sin antecedentes criminales, tengan que dejar a sus familias y levantarse tan temprano en la mañana cuando todavía el sol no ha salido, sólo para encontrarnos a nosotros durmiendo plácidamente. Pero el factor que ellos dejan fuera de la ecuación, resulta ser el más importante. Que al final del día, ellos regresan a casa y nosotros nos quedamos aquí.

Cuando el camino cristiano se ponga difícil, sientas que no puedes seguir, y te parezca ver a las personas en el mundo durmiendo y disfrutando de sus placeres sin preocupación, quita tus ojos de las pequeñeces de la carne y piensa en grande, piensa en el resultado final de la ecuación.

Aquellos que hoy duermen en el mundo sin preocupación al final del día se quedarán mirando al cielo mientras nosotros nos vamos a casa con Jesús.

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