miércoles, 19 de marzo de 2008

A MI PADRE EN SU CUMPLEAÑOS

Gracias por darme a un padre responsable que me enseñó a temer a Dios, aunque no quise aprender, porque el recuerdo de su vida y de su consagración es mi guía en el camino, cuando no sé qué hacer.

Gracias por todos esos hombres que me dieron su consejo sabio aunque no los escuché, porque el eco de sus voces aún resuena en mi memoria, y hoy puedo poner por obra las palabras que ayer desprecié.

Gracias por darme una Iglesia Santa, limpia, sin mancha, sin mentira, porque aunque me encuentro lejos, por mi rebeldía, vivo añorando regresar a ella. Me regalaste su sana doctrina y su hermosa disciplina que disipan la neblina y me conducen al hogar.

Gracias por darme a Ti mismo, mientras yo vivía en mi egoísmo, porque sabías que un día cuando lo perdiera todo, y me encontrase en medio del mismo abismo, me darías paz y abrigo y sólo por verme volver contigo, moriste en mi lugar.

No hay comentarios: