martes, 8 de mayo de 2007

LA ORACION DEL PRESO

No te pido en el día
ese sol que no me merezco,
ni te pido en la noche
esa luna que desprecié.
No te pido la dulce libertad
de la cual hoy amargamente carezco,
porque siendo libre quisiste hablarme,
pero fue en la cárcel
donde te escuché.

No te pido que abras
frente mí el mar rojo,
para que en presencia de mis enemigos
pueda yo en seco cruzar.
Ni te pido que hagas
ante mí un gran milagro
del cual luego yo
mal agradecido y soberbio
pueda sin escrúpulos
dignarme a olvidar.

No te puedo pedir como José,
que te acuerdes de mí
en este lejano y solitario lugar,
porque reconozco y sé
que cuando vino a buscarme
la mujer de Potifar,
no dudé un momento
ni me quise yo de ti acordar
al enredarme en los brazos del deseo
y al deleitarme en el placer del pecar.


Cómo podría yo, Señor,
tan egoístamente pedirte
que seas Tú quien recoja
lo que con mis manos sembré.
Cómo podría yo, Señor,
después de tanto herirte
y pagarte haciendo daño
cuando Tú hiciste bien,
pedirte que seas el paño
para enjugar mis noches…


Tan sólo, Señor, te pido
que no vaya a ser mi vida
echada en el olvido,
Como se pone una vieja carta
en el fondo de un cajón,
sino que sean mis días cautivos
como un faro de luz para mi generación,
y que esté donde esté
todos sean testigos
de que Cristo vive en mi corazón.

No te enojes, Señor,
si soy atrevido,
pero con mi corazón
humillado te pido
que no se apague mi luz
sin que derrames
sobre mí la promesa de tu Santa unción.

3 comentarios:

Ana dijo...

Hermosa Oración no me cabe la menor duda que el Mismo Cristo está detrás de ella, el que también fue cautivo supo inspirar a este hermano y reflejar el ruego y la realidad de todos los hermanos privados de libertad.
Que el señor les colme de Bendiciones.

Unknown dijo...

A veces ignoramos todas las gracias que nos regala el señor la vida sin libertad no es vida a veces el señor se manifiesta de distinta manera para que creamos en el y uno estando privado de su libertad se acerca a Dios para encontrar la paz la fé y la esperanza Dios bendiga y cobije a todos los reo.amén.

Unknown dijo...

Muy buen ejemplo del hermano que hace la oración comienza reconociendo verse equivocado se centra en aceptar su situación y sufrimiento y termina (más que pidiendo agradeciendo)que CRISTO está en su corazón para bien de todos los que viven en su entorno